viernes, 6 de marzo de 2015

Con la predicación hemos topado


Que sorprendente es dar una vuelta por esta magnífica ciudad. Cuando crees que ya lo tienes todo visto, vuelve a resurgir uno de esos fenómenos que si no los ves con tus propios ojos piensas que son cosas que se ven en películas americanas o en canales extranjeros de telepredicación... si señoras y señores, HAN LLEGADO LOS PASTORES CALLEJEROS (los de dos patas, que de cuatro hay bastantes).

La cosa funciona tal que así: gente arremolinada con cara de interés (ganchos), gente que se acerca por curiosidad (ociosos), gente que se descojona, gente que no le interesa pero escucha mientras camina sin detener ni un ápice su paso (yo mismo) y sujeto subido a lo alto de un arcón sosteniendo un fajo de fotocopias de billetes de 500 euros.

Lo que da de si escuchar un minuto mientras paseas. Por lo que pude entender, el dinero solo lleva al vicio, al descontrol y al fornicamiento (esto último verídico). Que hay que dejar todo eso, tener fe en el señor .... y supongo que vivir del aire, por que todo se podía resumir en "cuantas más riquezas, más alejas a Dios". Igual el muchacho que dice estas cosas lo dice por experiencia y en su día se dejó llevar por las noches de vino y golfas... sería cuestión de preguntar, ya que parece que tenía una alergia bastante grande al dinero.

Que en estos tiempos que corren haya que ver estas cosas por la calle o que consigan embaucar a alguien con palabrería barata, topicazos evangelistas y charlatanería religiosa, tiene delito.

Así que ya saben, si quieren limpiar su alma pecadora, abran sus ventanas, vacíen sus carteras, arrojen el dinero por la ventana y sobre todo y más importante, avísenme antes para estar abajo cual ave de rapiña, y no por codicia ni mucho menos, sino como gesto de buena voluntad limpiando todo para que no quede sucia la ciudad!.